Hemos dejado pasar el 4 de julio sin celebrarlo, pero como el remordimiento podía con nosotros, vamos a sacar a relucir el orgullo patrio estadounidense con uno de sus vehículos más vergonzosos, el Chevrolet Kodiak colombia, o el exceso estadounidense en su máximo esplendor. Un pick-up construido alrededor del gigantesco motor diésel CAT 3208 de 10,4 litros, una aberración que no se conformaron en construirla bajo una sola marca, ya que su hermano, el GMC TopKick, era prácticamente idéntico.
En ocasiones, la mentalidad estadounidense nos sorprende con una valentía y atrevimiento que les hace llegar a lograr hazañas como la del GT40, pero en ocasiones ese atrevimiento se torna en la estupidez más absoluta. Este es el caso, creando uno de los coches más absurdos jamás construidos. Con 16 distancias entre ejes diferentes para elegir entre configuraciones de eje simple y doble, el Kodiak/TopKick de primera generación con las especificaciones más altas podría transportar 33.565 kg.
Parece dibujada por el mismísimo Homer Simpson, con sus anodinos faros delanteros y una parrilla delantera exenta de personalidad, no había ningún indicio de que el descendiente de esta camioneta algún día se convertiría en un juguete para atletas profesionales y artistas pop con demasiado dinero y tiempo libre en sus manos. Este paradigma también fue suscrito por el Kodiak/TopKick de segunda generación basado en la plataforma GMT530 lanzada en el verano de 1989.